Dicen que para tener un buen año hay que procurar
empezarlo de la mejor manera. Es por eso que en vísperas de la llegada de los
Reyes, mientras los niños del país acomodaban los zapatitos bajo el árbol
y dejaban pasto y agua para los camellos de los visitantes de Oriente, nosotros
recorrimos 900 Km hasta Las Toscas (provincia de Santa Fe) para presenciar el
primer show del año de Guillermina.
La arribada a destino se produce temprano por la tarde,
aproximadamente a las 17 hs, por lo cual tuvimos la oportunidad de pasar unas
horas antes del show con la gente de la banda y el equipo de trabajo. Digno de
destacar (y es algo que menciono siempre) que la buena onda de todo este grupo
de personas es excepcional. Compartimos un almuerzo tardío con ellos mientras
la conversación rumbea de un extremo al otro, pasando por diversos focos
temáticos.
El festival “Las Toscas Rock” empieza a las 19 hs en el
Club Social local con la presentación de algunas bandas de la zona. El
escenario había sido armado al aire libre pero la mala condición del clima
obliga a trasladarlo al interior del club. A medida que pasan las horas van pasando
las distintas bandas, mientras que el lugar se va llenando de gente tanto de
Las Toscas como de lugares vecinos. A la 1.30 del domingo 6, nuestros amigos de
Haedo se apoderan del escenario. Los presentes se impacientan, y es que muchos
de los que están ahí esperaron mucho tiempo para ver en vivo a esta banda cuyo
arte viaja a lo largo y ancho del país convocando fanáticos de todos lados. El
show arranca con “Por dentro”, y desde el vamos es emocionante escuchar como el
público corea la letra de la canción, algo sorprendente por ser un lugar que
visitan por primera vez. Sigue con “Nos va a costar”, y en tercer lugar empieza
el descontrol con “FDU”. Cuarto en la lista llega “En este cínico plan” y
quinto el clásico “Al sur”, que es dedicado por Gabriel (guitarra y coros) para
aquellos pocos locos que viajaron desde Bs As para acompañarlos en esta noche.
El ambiente se vuelve a agitar con “Café Latinoamericano”, mientras que desde
la concurrencia se escuchan pedidos de temas que se expresan a los gritos. El
siguiente tema será “Atravesándonos”, pero después de eso la banda le da el
gusto al público y cambian la lista para complacer a la gente. Así, con la
participación de dos músicos invitados (miembros de una de las bandas que se
presentaron antes en cuyo repertorio hay covers de Guillermina) suena “Rojo”. Ya
en la segunda mitad del show es hora de “Cantares”, y después vendrá el primer
tema del último disco que suena en esta noche de calor. “Hija de la vida” llega
con su imponente rock brutal para gritar la bronca hacia aquellos que creen que
ser hombre es violentar. La banda no da respiro y tocan dos de los temas que
más nos hacen saltar, gritar, y arrancarnos los pelos a tirones: “Trino” y “Bingo”
al hilo. Ya sobre el final, vuelven a subir los dos músicos invitados esta vez
para participar de “Parece”, otro de los temas que no estaban contemplados en
la lista pero la gente lo pedía a voces. Para dar cierre a esta fecha
inolvidable, “Testigos y Sal” deja a más de uno afónico y la grand finale es con “Dime” (esta vez,
sin que nadie del escenario vuele por sobre las cabezas del público). La despedida
se hace extensa, los músicos agradecen una y otra vez a todos los presentes y
prometen volver pronto.
El cierre de la jornada es a cargo de los rosarinos de Farolitos,
que tuvieron la difícil tarea de tocar después de dos horas completamente al
palo de la mano de Guillermina para un público que ya estaba sumido en una
euforia inmejorable. Aun así, la banda santafesina da un show excelente y sus
seguidores han copado completamente el lugar, por lo que es un espectáculo
lindo de ver. Aproximadamente a las 4 am y bajo una lluvia torrencial, nos
despedimos del Club Social de Las Toscas con la emoción característica de
un post recital de Guillermina y con la
certeza absoluta de que no hay mejor manera de empezar el año que esta: con
rock del mejor, viaje y amigos.