Avanzaba la tarde y el calor no amainaba. Afuera, el sol
pegaba sin culpa sobre aquellos que de a poco iban llegando. Cerca de las 18
hs., después de que Play Shodaka diera una presentación interesante y
llamativa en este día de festival de rock, la gente de Brancaleone se dispone
para hacer lo propio.
Charango en mano, “El Pela” se sube al escenario y
comienza con una potente versión de “Corazón”. Seguido casi inmediatamente por
“Morir en Bolivia”, la gente ya sabe que esta no será una noche (tarde?) más,
porque ya estamos todos ahí, prestos para disfrutar de una fiesta como las que Branca nos tiene acostumbrados. A
continuación, le sigue un cover (el único que la banda toca con regularidad), y
es la “Balada para un loco” la canción que hace llamar la atención de los pocos
que quedaban rezagados, dispersos por los rincones del estadio. Y así, con la
gente atenta a lo que ocurre en el escenario y a lo que hacen “esos que están
tocando ahora”, Branca se juega todo. Con tanto campo pa´correr, nadie iba a
esperar que los músicos se queden en su lugar, no? Bajan, interactúan con su público, bailan con
ellos. Forman parte verdaderamente de la fiesta que brindan. Extraño resulta,
para los que no los conocen, ver al guitarrista y el bajo bailar en la ronda
con “Torito” y hacer pogo entre la gente exaltada por una sucesión de temas
explosivos.
Aproximadamente 50 minutos de show sin tregua nos regala Brancaleone,
pero como siempre quedan ganas de más, nos tranquiliza saber que el 23 los
tenemos tocando nuevamente, esta vez en 9 de Julio.
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