Según la afamada profecía maya, el 21 de diciembre de este
año se va todo al tacho. Esto indica que ya estaríamos transitando por el
último mes de la historia. Y hay una sola manera de arrancar el último mes:
¡con fiesta de rock! Y si decimos fiesta de rock, es porque estamos hablando de Brancaleone. Pasada la medianoche del viernes 30.11, esta banda que sabe
hacer de nuestras noches una pachanga imparable se subió una vez más al
escenario de Santana Bar (Pte. Perón 414, ex Gaona) en Ramos Mejía, para ser
parte del “Dani Fest” (del que también participaron Sátiro, Inlakech Hala
Ken y Se armó!).
El show arranca completamente al palo, con “Maiailand”, haciendo
que la gente enloquezca desde el sonido del primer acorde. Sigue con “Hablan
las balas”, manteniendo el ritmo agitadísimo del público y ya todo perfilaba
para descontrol. En tercer lugar, llega un clásico a prueba de todo olvido: “Pobre Patricio”. Problemas de sonido por acá, indicaciones a los controles por allá, una situación poco común que se verá solucionada recién hacia el cuarto tema de la lista que es “Chacarera de Peluca”, y con el que un
Santana Bar repleto corea “tengo el paso que me delata cuando vengo y cuando
voy, tengo el fuego que todo lo mata, tengo todo lo que sos...”. La banda sorprende con la siguiente canción,
“Ascensores” es un tema amado por su gente, pero Brancaleone no suele
incluirlo en las listas. La noche sigue
con “Viejo de Mierda” (particularmente, uno de mis favoritos), y a continuación
llega un tema para bajar… “Al trotecito” es el elegido para hacer descender un
poco la euforia. Pegadito llega “Mayo
12”, una declaración de principios cantada. Llegando al final, suena “Otra
pobre sirena de laguna” seguido de “Carnavalito del Pozo”. Empiezan las despedidas, y se respira el
final. Con “Vaquerito y los Mau Mau” y “Milonga”, la banda se despide hasta la
próxima. Pero la gente quiere más, siempre quiere más, y se lo hace saber a los
gritos a los músicos. Y los músicos, complacen a su gente. Asi que vuelven a
ubicar los instrumentos que ya habían sido bajados del escenario y nos regalan
un clásico de clásicos. “Balada para un loco” es la canción elegida para despedirnos
a todos con una sonrisa de oreja a oreja.
Final a pura fiesta para la primera noche de diciembre del
que puede ser el último año que nuestra sociedad vea la luz del sol.
Lamentablemente, desde este humilde lugar hay que hacer un comentario bastante
desagradable. No es de mi agrado (nunca lo fue, ni lo será) el “mandar al
frente” a nadie. Cada cuál hace lo que cree mejor, y no seré yo quien dictaminé
qué esta bien y qué esta mal. Pero cuando el que esquiva las reglas es un
trabajador, un encargado de organizar y controlar que la noche se desarrolle en
orden, hay que decirlo. Hubo quien en la puerta de Santana Bar, se hizo unos
pesitos por izquierda cobrando la entrada a un precio mayor al correspondiente.
Sería bueno que las bandas, cuando acuerdan tocar en determinados lugares,
pongan a alguna persona de su equipo de trabajo para controlar que los fans no
tengan que pagar de más por la ambición de algunos otros.
Foto de Brancaleone page.
Foto de Brancaleone page.
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